El millonario imperio Mulliez se debilita en España con el ERE de Alcampo y la desaparición de Flunch, Pimkie y AKI 7jh

En una década, el peso de los Mulliez -a través de distintas empresas de retail- ha disminuido en España, donde algunas enseñas han desaparecido. La primera fue el Restaurante Flunch (sociedad que gestionaba a través de restauración Agapé).

Llegó a tener varios locales repartidos por Madrid. El primero lo abrió en 1981. Los más frecuentados se ubicaron en el centro comercial de La Vaguada y el de Parquesur (Leganés).

Flunch Café. Mi Nube.

En 2014, este imperio vendió lo que quedaba de la marca (tres Flunch, un Flunch Café y un Salad & Co) al grupo de consultoría y estrategia empresarial Global Market Business Advisors (GMBA Group). Esta operación supuso su desaparición en España con el cierre de los locales.

De forma parecida desapareció Pimkie, su firma de ropa juvenil. Aterrizó en los años 90 en nuestro país y llegó a tener un centenar de puntos de venta. Pero desde 2019, la compañía no dejó de anunciar despidos y cierres de tiendas.

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Incapaz de reflotar el negocio, entre 2022 y 2023 la familia Mulliez vendió la marca al consorcio francés formado por Lee Cooper (especialista en jeans), Kindy (fabricante de calcetines) e Ibisler Tekstil (proveedor turco).

Pero eso no ayudó a la marca textil. En noviembre de 2023, Pimkie anunció su salida del mercado español.

Tienda de Pimkie.

Unos meses antes, sacaron a subasta 10 tiendas de la compañía a un precio de salida de 80.000 euros. Pero fue un fracaso: no hubo interés y no se vendió ningún establecimiento.

Otra marca del grupo que desapareció en territorio ibérico fue la de bricolaje AKI. En 2019, la familia Mulliez la fusionó con Leroy Merlin (de la que tiene una parte del accionariado) para unificar negocios que en realidad eran muy parecidos entre sí.

Y ahora, la situación de Alcampo (marca con la que opera Auchan en España) golpea de nuevo al negocio de esta familia en nuestro país.

La cadena sa anunció el cierre de 25 supermercados y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 710 personas inicialmente. Cifra que se redujo hasta un máximo de 633 y un mínimo de 565 despidos, y al cierre de 16 tiendas.

Kiabi y Decathlon 3wu5r

Además de Auchan en España, los Mulliez tienen participaciones minoritarias en otras empresas con presencia en nuestro país a las que no les va tan mal.

Así, controlan el 85% de Adeo, el propietario de Leroy Merlin; el 33% de Kiabi; el 45,5% de Decathlon; y una pequeña participación en Norauto.

Con Kiabi la empresa está en pleno proceso de simplificación de estructura y de expansión. Prevé la apertura de 15 nuevas en España, Portugal, Italia y Bélgica. En nuestro país, cuenta con 72 establecimientos y está presente desde 1993.

En cuanto a Leroy Merlin, en España hay 137 tiendas. En 2024, ganó 156 millones de euros, lo que representa un aumento del 34% y facturó 3.590 millones de euros, un 5,2% más.

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Por último, está Decathlon, que fue fundada en 1976 por Michel Leclercq, sobrino de Gérard Mulliez, el fundador de este imperio. A nivel global, es un español (Javier López) quien dirige la compañía desde hace poco.

Y en nuestro país, la compañía anda un tanto estancada. Cerró el año 2023 (último dato conocido) con una facturación de 2.127 millones de euros netos, lo que supone prácticamente la misma cifra que el año anterior.

Imperio 5o3w1x

Pero cuando hablamos de los Mulliez, no nos referimos a una familia cualquiera, sino de la 22ª fortuna del mundo. Según Bloomberg, Gerard Mulliez atesora un patrimonio de 34.300 millones de dólares (más de 30.000 millones de euros).

Este directivo de 94 años de edad sigue siendo muy discreto tanto en su vida personal como laboral.

Conocida como el Walmart de Francia, la familia Mulliez es una de las más poderosas del país vecino que en 1955 iniciaron su andadura como grupo empresarial.

Sus negocios han pasado de generación en generación, tanto que el número de familiares que componen el holding familiar (Association Familiale Mulliez) también ha crecido mucho y se cuentan por centenares.

Para ser socio no sólo vale con ser de la familia (directamente o por afinidad), también hay que ser mayor de 21 años, y realizar una solicitud a la junta directiva, para aceptar por contrato las condiciones de entrada.