Una pérdida en la tensión de las vías ha dejado a cientos de pasajeros de trenes de alta velocidad parados en la estación de Chamartín. La mayoría se distribuyeron en la plaza que precede a la entrada, pues el al interior está bloqueado.
El ambiente era mucho más tenso que el que se vivió en este mismo lugar hace poco más de un mes durante el gran apagón que dejó a toda España sin luz. Las personas se mostraron más nerviosas y con más preocupación, sin entender del todo lo que ocurre.
Al igual que aquel día, un trabajador de la estación comunica con un megáfono lo sucedido: "Una avería en un tren ha causado la caída de la tensión, solo nos queda esperar a recuperarla". Cuando termina el mensaje, las voces de los afectados se alzan con quejas.
Carteles de horarios durante el corte de tensión en los trenes de alta velocidad en Chamartín.
Por la zona no eran visibles los trabajadores de Renfe, pero sí a operativos del SAMUR y Protección Civil que se desplazaron hasta la estación. Las luces de sus vehículos añadían otra capa de tensión al lugar. Otros operarios desplazan bidones de agua al interior de la estación.
Una pareja que se dirigía a San Sebastián intenta ahora buscar unos billetes de autobús para viajar este mismo jueves, aunque sin éxito. "Si nos dijesen si esto va a ir para largo, podríamos pensar qué más hacer".
Déjà vu de mala suerte 4w443c
Recién llegado a la estación, un pasajero describió la situación como de "pánico colectivo" al ver la estampa que se está formando ante él en la puerta de . Algo que contrastaba con la ayuda para encontrar alternativas de transporte que unos pasajeros explicaban a otros.
Hubo quien vivió incluso un déjà vu. Un pasajero con destino a Pontevedra llegó “cargado de mala suerte”: “Me ha tocado el apagón, ahora esto, otro día por una incidencia llegué a las tres de la mañana”. Ahora espera ante la istración de lotería de la estación, esperando tener más fortuna con su compra.
Otros acaban de aterrizar desde Japón y ahora deben volver a Valencia. Confían que para la hora de salida de su tren, las 16:45, la situación "haya mejorado". De lo contrario, buscarán "alguna alternativa a esta sorpresa".
Ante el desconocimiento de cuándo podrán subir a su tren, la gente se agolpaba en los bares cercanos esperando recibir algún tipo de respuesta sobre lo ocurrido. Pese al calor, el refugio que ofrecía el recinto era suficiente para no sufrir de más en un día de junio casi veraniego.