Kel González, la segunda mejor nota de selectividad de Sevilla.

Kel González, la segunda mejor nota de selectividad de Sevilla. 2g4ui

Educación

Kel González, con una nota casi perfecta de 13,95 en Selectividad en Sevilla: "lloré antes de entrar a las pruebas" 62x55

La sevillana quiere estudiar Neurociencia en la Universidad Carlos III de Madrid, y esta es su primera y única opción. 514t68

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Kel González Romero viene de un colegio público en la localidad de Camas, el IES CAMAS-Antonio Brisquet, y ha sido la segunda nota más alta de selectividad en la provincia de Sevilla, con nada menos que un 13,950.

Reconoce, con tono de felicidad, que se siente "muy contenta" y "muy orgullosa" de sí misma. Además, esta calificación es completamente esperada por su parte: "Sí me esperaba esta nota porque, aunque ha sido un año duro, salí muy contenta de Selectividad", reconoce.

Quiere estudiar Neurociencia en la Universidad Carlos III de Madrid, y esta es su primera y única opción. "En algún momento pensé que, si no entraba, siempre podría hacer Biotecnología en la Universidad Pablo de Olavide (UPO), pero mi única opción siempre ha sido la neurociencia".

Expone, en este sentido, que la disciplina de la que lleva enamorada toda su vida "solo se podía estudiar en sitios como Harvard", por lo que se alegró mucho cuando la carrera comenzó a poder cursarse en Madrid. Desde ese momento, todos sus esfuerzos se enfocaron en llegar allí.

"Yo sabía que tenía que sacar un 14 para entrar en la carrera que quería", sostiene Kel. "Fui nerviosa e incluso lloré antes de entrar a las pruebas por los nervios que tenía, pero lo he pasado muchísimo peor en Bachillerato", insiste.

En este sentido, hace hincapié en que "la ansiedad que tenía" y la perseguía en Bachillerato "no ha tenido nada que ver con la ansiedad que he sentido en Selectividad". Ha sido "mucho menor".

Preguntada por el examen que peor ha llevado, contesta tajante: Lengua Castellana y Literatura. Es la única prueba en la que ha sacado un 9,5, ya que en todas las demás el resultado ha sido redondo: un 10.

Se queja de que parte del contenido del examen de lengua "no se encontraba en el temario" y que eso ha generado una situación "muy injusta". "A mí, al final, no me ha afectado porque voy a entrar en la carrera que quiero, pero hay gente que se ha podido quedar fuera solo por eso", razona.

Kel asegura que, desde que terminó Selectividad, ha notado un cambio radical en su estado de ánimo. “Llevo todo el curso deseando que llegara este momento. Ha sido como pasar de una vida pre-selectividad a otra post-selectividad”, reflexiona.

El alivio ha sido tal que, dice entre risas, no quiere “tocar un libro en al menos un mes”. Su plan inmediato es claro: recuperar todo el tiempo que ha tenido que dejar de lado por los estudios y, en especial, retomar sus clases de japonés, una afición que aparcó durante el Bachillerato para centrarse por completo en la EBAU.

Pese al esfuerzo académico que ha supuesto el último año, Kel ha sacado tiempo también para seguir formándose en idiomas: ha conseguido el B2 de inglés, el B1 de francés y el Noken 5 de japonés —aunque ite que tiene un nivel más alto del que ese título acredita—.

Ahora, con el curso terminado y el futuro encaminado, su verano se presenta como una merecida recompensa. “Me voy con mis mejores amigos a Londres y luego, con una amiga que es de Valencia, nos iremos a su casa de Cádiz. Pienso salir todos los días”, cuenta con una sonrisa.

Acaba de cumplir los 18 y lo hace con la satisfacción de haber cerrado una etapa exigente con un broche de oro. Su nota, la segunda más alta de la provincia, es solo el primer paso de un sueño que empezó a tomar forma cuando descubrió su vocación. La neurociencia le espera. Y ella, más que preparada, también.