
Gaspar Zarrías votando en el Senado en 1991. 6g1u71
Zarrías, el súper fontanero del PSOE que daba pucherazos y votaba con los pies: 'un maestro', según María Jesús Montero 2a6917
El que fue hombre fuerte de Manuel Chaves en Andalucía se ha visto envuelto en históricas polémicas del Partido Socialista. 483z42
Más información: Leire Díez estaba a sueldo de Gaspar Zarrías cuando reunía información para el PSOE contra la UCO, jueces y fiscales 5x1x5n
Gaspar Zarrías, el otrora hombre fuerte de Manuel Chaves en la Junta de Andalucía, sigue trabajando en la fontanería del PSOE pese a estar volcado en su faceta empresarial desde hace años.
Nacido en Madrid en 1955, contrató a Leire Díez en el verano de 2024 en su consultora Zaño. Una época en la que la fontanera de Santos Cerdán aprovechó para recabar información para el partido sobre la UCO, jueces y fiscales.
Entre ellos, el fiscal José Grinda, del que ofreció a EL ESPAÑOL, un vídeo sexual que este medio se negó a publicar.
La contratación de Díez es la última aportación conocida del súper fontanero socialista. El hombre que logró que no se moviera ni una hoja sin que él lo supiera en la Junta de Andalucía durante cinco legislaturas consecutivas.
Fue consejero de Presidencia, vicepresidente primero y presidente en funciones tras la dimisión de Manuel Chaves, en abril de 2009. Este marchaba rumbo a Madrid para ser vicepresidente con Rodríguez Zapatero.
Se puede decir que fue Zarrías el breve, pues su interinidad duraba hasta la llegada de José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía.
Él también tenía nuevo destino, también en Madrid, también junto a Manuel Chaves, pero en su caso como secretario de Estado de Política Territorial. Un puesto que ocupó durante algo más de dos años.
19 años consecutivos 5r4n5o
Eran los tiempos en los que al socialismo le encandilaba la figura de Chaves. El rey Midas de los votos en Andalucía que ganaba una elección tras otra. Diecinueve años consecutivos de Gobierno. Siempre flanqueado por Zarrías.
Su hombre fuerte, el que todo lo controlaba y al que todos en Andalucía temían porque todo lo sabía. En San Telmo y en el partido, donde tenía a Luis Pizarro para que nadie se desviara del camino marcado.
Zarrías lo controlaba todo en la superficie, pero también en la fontanería. No era algo que le fuera ajeno, pues llevaba ya años haciendo trabajos para el partido.
Basta con recordar lo ocurrido a principios de los 90, con el felipismo empezando a agonizar. Un momento en el que se requerían acciones drásticas para impedir derrotas en el Parlamento.
La época en la que, como dicen las crónicas, el Partido Socialista instauró en el Senado aquello de "un voto, un pie".
Ocurrió en la Cámara Alta el 10 de mayo de 1991. Ese día se votaban enmiendas a la ley del IRPF. En el momento de la votación, las cámaras captaron a Zarrías votando con dos manos. Por él y por un compañero ausente.
En el mismo momento, el senador Joaquín Galán, votaba con un pie y con la mano. ¿El resultado de la votación? 21 votos más que senadores presentes.
Fue el diario El Sol el que desveló un escándalo que pasó a la posteridad, y que acabó sin mayores consecuencias más allá que el de una sanción al Grupo Socialista.

Los exconsejeros andaluces y exdiputados en el Congreso Juan Antonio Viera y Gaspar Zarrías.
Eso sí, el entonces presidente del Senado, Juan José Laborda, justificaba lo ocurrido asegurando que era "algo habitual" y que "no pensaba que hubiera intención de producir irregularidades serias".
Este súper fontanero también tiene experiencia en pucherazos.
Ocurrió en Jaén en 1998. Allí Zarrías era el secretario general del partido desde cuatro años antes.
Se celebraban primarias para elegir al secretario general del PSOE. Se enfrentaban Josep Borrell y Joaquín Almunia, que era el candidato de Ferraz. Comicios en los que se impuso este último.
Tras el proceso electoral, el militante jienense Manuel Aguilar denunciaba fraude electoral. Aseguraba que Zarrías le ofreció a él y a otras dos personas más (todos en paro) un puesto de trabajo a cambio de amañar el proceso.
¿Por qué había que hacerlo? Porque Borrell "no era el compañero idóneo, no lo apoyaba el aparato del partido y había que derrotarlo".
El pucherazo 6447u
El amaño fue sencillo. Aguilar y las otras dos personas estaban en la mesa del PSOE de Jaén el día de la votación. Su misión era introducir un centenar de papeletas en favor de Almunia.
Finalmente pudieron introducir 65 votos fraudulentos usando el nombre de militantes que no pensaban votar. Según Aguilar, "de no haber sido por ellos, Borrell se habría impuesto claramente".
Un escándalo que el PSOE solventó con una investigación interna y culpando al PP de emplear "una estrategia organizada" junto a su "brazo armado para los asuntos relacionados con la basura, el diario El Mundo".
Eran otros tiempos. Otras épocas. Momentos en los que nada hacía presagiar que años más tarde, Gaspar Zarrías iba a ser imputado, juzgado y condenado a nueve años de inhabilitación por la Audiencia Provincial de Sevilla por un delito de prevaricación continuada en el caso de los ERE.
Junto a él una decena de cargos de la Junta de Andalucía con el expresidente Manuel Chaves a la cabeza.
Sin embargo, el Constitucional anuló su condena en abril de 2024 por haberse vulnerado el derecho a la legalidad penal. Lo mismo que hizo antes con el resto de encausados.
El perdón 5b5i6e
Se convertía así en el último alto cargo que veía anulada su condena.
Llegaba la redención. El perdón de los pecados. El momento de que el socialismo andaluz, como hizo antes con Manuel Chaves, le devolviese la honorabilidad.
Y quién mejor para hacerlo que la flamante secretaria general de los socialistas andaluces, María Jesús Montero.
Fue en un acto en Jaén, en el que alabó el trabajo de la formación en la región, el partido que es "referente en España" y que tuvo a Gaspar Zarrías como factótum durante décadas.
"Un maestro en los Gobiernos socialistas", decía Montero. Quizá por eso Zarrías optó por dar cobijo a Leire Díez, para mostrarle todos sus conocimientos... En Gobierno y en fontanería del partido.