El exdiputado del PSOE Eduardo Madina y el expresidente del Gobierno, Felipe González , este jueves durante la entrega del Premio Rojana 'Alfredo Pérez Rubalcaba' a la Fundación Save The Children - España, en la Residencia de Estudiantes.

El exdiputado del PSOE Eduardo Madina y el expresidente del Gobierno, Felipe González , este jueves durante la entrega del Premio Rojana 'Alfredo Pérez Rubalcaba' a la Fundación Save The Children - España, en la Residencia de Estudiantes. Europa Press 561t6z

Política

Madina proclama la necesidad de un socialismo "digno y ejemplar"… y Felipe González lo lanza como candidato 3u392l

Madina, que perdió las primarias amañadas frente a Sánchez, expone en la entrega del premio Rubalcaba cómo debería ser el PSOE. 6n2x6c

"Hay que dar el paso": Izquierda Española apela a Madina y a otros líderes del PSOE como Page para que actúen.  21e4b

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Va Eduardo Madina caminando por la Residencia de Estudiantes, donde los poetas, donde las cosas de Lorca, y casi lo tira al suelo un enjambre de micrófonos y cámaras de televisión. Como haciendo un cuadro surrealista en honor a otro residente: Dalí.

Habilidoso, y ante la mirada de Felipe González, que le sigue por el sendero, Madina sale de pie. Indemne.

Va Felipe rodeado de sus guardaespaldas, asombrado de cómo han cambiado los cámaras, que son capaces de castigar el silencio con el placaje. Pero lo más importante es lo que esconde esa imagen que es metáfora: Madina andando, intentando no caer, y Felipe sosteniéndolo detrás con la mirada.

Cuando ha llegado, Felipe ha dicho: "Eduardo fue mi candidato y lo sigue siendo. En mi corazón y en mi cabeza". Lo que se traduce en la reivindicación del justo en el día más negro de Pedro Sánchez. La reivindicación del PSOE que pudo ser y no fue.

Con un dato añadido: esta tarde de sol, la tarde de todos los Santos, hemos sabido que el aparato de Sánchez amañó algunos de los votos de las primarias que derrotaron a Madina contra pronóstico.

Y un detalle más sobre el escenario: nos hemos reunido para conmemorar a Rubalcaba, en la tradicional entrega de premios que lleva su nombre. Y Rubalcaba, ay, fue quien acuñó aquello del "Frankenstein" para definir a Sánchez.

Esta tarde de todos los Santos, de todos los Cerdanes, en la Residencia de Estudiantes, están todos los felipistas. Es decir: los que, siendo del PSOE, no son de Sánchez; que hoy es como ser del Madrid, y no ser de Florentino.

La cuestión es que Felipe, con una frase aparentemente inocente, ha lanzado a la primera línea a un hombre que, tras perder aquellas primarias, dejó la política.

Es un mecanismo de defensa biológica. Felipe ya no puede y quiere que los felipistas sean madinistas; o en un remedo del protestantismo, que sean eduardistas.

Madina no quiere hablar. Nos cuenta, irónico, que aceptó presentar estos premios, que encumbran en esta edición a Save the Children, hace meses y meses y meses. Y, claro, que no sabía que habría…

Pero lo hay. Hay mucho. 490 folios de un informe de la UCO que están descomponiendo un partido y un gobierno. Insistimos. No habla Madina. No va a hablar. No con los medios. No en el juego de Sánchez. El de la declaración aguerrida y con un destinatario concreto.

A esa misma hora, Izquierda Española, el partido que nació en 2023 para reivindicar la socialdemocracia clásica, publica un comunicado en el que apela a referentes socialistas como el propio Madina, Emiliano García Page o Javier Lambán.

"Hay que dar el paso. Se han cruzado todas las líneas rojas. Es hora de pasar de las palabras, que se las lleva el viento, a la acción. Es hora de trabajar por una alternativa amplia y honesta de izquierdas, y dejarse de críticas de tertulia", asegura el comunicado.

Seguimos insistiendo. Madina sonríe. Tiene preparada una sorpresa. A él, esta conclusión no le va a gustar, pero se sube al escenario y lo que dice del PSOE en relación a Rubalcaba se va trenzando como un programa socialdemócrata alternativo al sanchismo.

Lo abraza Felipe en el escenario y dice otra frase que empuja todavía más a Eduardo: "Estamos aquí. De pie".

Anotamos ahora las frases de Madina que aparecen como un espejismo ante este cruce de nuevas y viejas generaciones social-antisanchistas.

Se lo enseñaron -nos explica- el recientemente fallecido José Enrique Serrano y el propio Rubalcaba.

"Somos socialistas, pero antes somos demócratas".

"Para la gente que no tiene nada, lo más importante son las instituciones, el Estado de derecho, la dignidad en la representación del cargo y la ejemplaridad". Esta subordinada resuena como un cañón.

"Esta es una brújula que sigue siendo válida. No es la política para el poder, es el poder para la política".

Se da la casualidad de que Isla Ramos, al frente de Save the Children, es nieta de Manuel Chaves Nogales. Termina Madina, hilando fino, con una frase de aquel periodista de izquierdas que no fue sectario jamás.

Aquella que dice que la única manera de discernir al honesto del deshonesto en el Madrid de su tiempo era fijarse en quién pesaba diez kilos menos. Esos eran los honestos.

Está delgado Madina. Se le está poniendo cuerpo de candidato. Aunque él no quiera. Pero los buenos candidatos nunca quieren serlo. El ego les pesa diez kilos menos.