Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto del XL aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, en el Palacio Real de Madrid.

Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto del XL aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, en el Palacio Real de Madrid. Europa Press 573s3m

Política

Ministros y diputados del PSOE dudan de que lo anunciado por Sánchez sea suficiente ante el alud de decisiones judiciales 4o5f36

Consideran que la auditoría del Tribunal de Cuentas o la reestructuración de la Ejecutiva no mejora la situación de extrema debilidad del partido y el Gobierno. 3zg50

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El martes por la tarde, Pedro Sánchez se reunió en la Moncloa con sus principales colaboradores, incluido Santos Cerdán. Hicieron un repaso de los asuntos judiciales que les afectan, especialmente el que puede llevar al banquillo al fiscal general del Estado y el llamado caso Ábalos.

Expresamente, Cerdán habló de su situación y algunos de los asistentes dedujeron que contra él sólo podía haber algunos mensajes o conversaciones interesándose por alguna obra en Navarra, pero en ningún caso sobre las adjudicaciones. Incluso, algún asistente explica que creyeron que no habría pruebas de comisiones para Ábalos en las adjudicaciones de obra pública.

De esa reunión salió la orden de Sánchez de respaldar a Cerdán. Y así lo hicieron los más importantes dirigentes socialistas durante la mañana del miércoles en el Congreso y colaboradores de Sánchez en la Moncloa. Quedó claro que no se podían permitir ceder la cabeza de Santos Cerdán.

Incluso, la noche del miércoles cuando se empezó a conocer que el informe podía afectar negativamente al secretario de Organización del PSOE, la orden era cerrar filas. En el núcleo de Sánchez no creían que el informe fuera a ser tan contundente. Cerdán habló con Sánchez y se acordó hacer público un comunicado exculpatorio.

Y la mañana del jueves antes de conocerse el contenido del informe, Moncloa seguía transmitiendo de forma oficial el apoyo con mensajes claros.

Lo que no había ya era ministros en el pasillo del Congreso, ni diputados socialistas accesibles en la Cámara. Cuando sobre las 12 empezó a difundirse el informe completo todo empezó a cambiar por lo contundente de los datos que contiene.

La incertidumbre se convirtió en un enfado notable, dirigido especialmente hacia quien ha sido el número tres del partido, con mando firme por delegación de Sánchez.

Diputados socialistas mostraban su tristeza e inmenso enfado con el número tres de su partido. Y, sobre todo, en Moncloa leyeron el contenido del largo informe, Sánchez consultó con algunos de sus más directos colaboradores y decidió que no tenía más remedio que forzar la dimisión de Cerdán y pedirle el escaño. Todo lo que sus socios de Gobierno y de investidura le pedían desde primera hora de la mañana.

A primera hora de la tarde, Sánchez recibió a Cerdán para pedirle explicaciones y forzar su renuncia. Él exdirigente socialista aceptó hacerlo y el líder del PSOE convocó la comparecencia en la Moncloa. Antes había hablado con casi todos los ministros socialistas, algunso convocados en la sede de la Presidencia.

Compareció y idió perdón una docena de veces, anunció una auditoría del Tribunal de Cuentas al PSOE y anunció una reestructuración del partido. En realidad, tanto el PP con Gürtel como el PSOE con Filesa anunciaron en su momento este tipo de auditorías y en los dos casos tuvieron resultado positivo, porque el TC no audita, obviamente, ingresos irregulares en metálico procedente de comisiones.

"Quiero pedir disculpas a todos los españoles por haber situado en puestos de los que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos”, así pidió perdón también en el Senado en octubre de 2014, Mariano Rajoy por haber nombrado a Bárcenas y el PSOE le pedía la dimisión por ello.

La reestructuración del partido es obligada por la marcha de Cerdán y, además, estaba en la mente de los socialistas porque es evidente para ellos que ahora no funciona. Por ejemplo, en la portavocía para hacer frente a los escándalos y en el desdoblamiento de María Jesús Montero como vicepresidenta, vicesecretaria del PSOE, líder de la oposición en Andalucía y jefa del partido en esa extensa y complicada federación. Ya estaba previsto el Comité Federal para el 5 de julio en Sevilla y de hecho Servimedia lo publicó hace varios días, pero Sánchez lo anunció en su comparecencia como parte de esas medidas.

Por eso, del Gobierno y diputados consideran, una vez que han escuchado a Sánchez, que esas medidas pueden no ser suficientes. Creen que el líder socialista, el Gobierno y el partido quedan muy tocados por el horizonte penal que se avecina para Ábalos y Cerdán.

Dudan que sea suficiente, porque se les avecina un calendario muy desagradable con declaraciones, autos judiciales, conversaciones grabadas y examen de cuentas de organismos como Adif, entre otras.

Y de la misma forma que Koldo García "ha dado la vuelta" y ha empezado a facilitar información, lo mismo podría ocurrir con otros imputados en ese caso, incluso el propio Ábalos o Cerdán.

Hace semanas, llegó a Moncloa, a través de periodistas, el aviso de Koldo García como amenaza de empezar a facilitar información si no se le ayudaba. Lo que Moncloa explicó luego como "chantaje".

Creen que se arruina el relato de la lucha contra la corrupción y se arruina definitivamente la posibilidad de abrir paso a la "venta" de logros económicos o medidas sociales. Por supuesto, también el de la descalificación de Víctor de Aldama y sus acusaciones.

También el de la persecución judicial o lawfare, que puede ser sostenible para otros asuntos como el de Álvaro García, pero difícilmente para Ábalos y Cerdán.

Además, hay un elemento que no tiene trascendencia penal, pero sí política y enorme: la manipulación de las elecciones primarias de 2014. No hay delito y los socialistas ya han empezado a crear un relato sobre lo intrascendente de esa manipulación puesto que Eduardo Madina ganó en Navarra, pero supone una losa política sobre Sánchez que le va a resultar mucho levantar.

Con todo ello, hay una impresión terrible en el PSOE. Ya tenían claro que era muy difícil agotar la legislatura en la situación de debilidad política en la que estaban y ahora esa impresión pesimista se va hasta el infinito.

Ven muy difícil llegar hasta el 2027 en esta situación de extrema debilidad. Además, aunque Sánchez ha intentado encapsular el asunto sólo en el Gobierno es obvio que el informe y la investigación que se avecina alcanzarán a una parte importante de la istración central, incrementando la ya de por sí importante penetración de la trama en los ministerios.

Entienden que el nombramiento de una nueva Ejecutiva en el PSOE no mejora esa situación. De hecho, según explican, los ciudadanos desconocen quienes forman la actual. Todo será peor aún si hay asomo de financiación irregular del partido.

Sánchez ha insistido este jueves en su intención de llegar a 2027 y hasta de presentarse de nuevo a las elecciones entonces y ha descartado medidas como una crisis de Gobierno que dé impulso al Ejecutivo.

Uno de sus problemas es que su decisión de poner cinco candidatos en comunidades que son ministros hace imposible su sustitución en el Gobierno. Está atado a esa decisión.

Sánchez no ha dicho nada de comparecer en el Congreso para explicar el caso de Cerdán y la que tenia pendiente sobre Leire Díez.