
Chet y 'el Fantasma', los narcos de la fuga de película en la cárcel de Alicante: "Usamos una cuchara y música" 3b4j3l
Los prisioneros completaron un plan para que Karim escapara a través de un agujero en un muro de la prisión alicantina hace 25 años. c4m2w
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En los años que estuvo Gurchettan Sandhu, conocido como Chet, en la prisión de Fontcalent (Alicante) le dio tiempo a ser prestamista, a defenderse de ataques a muerte donde apuñaló y fue apuñalado, e incluso a ayudar a escapar a otros presos. 126k57
El británico fue arrestado en el aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández con 250.000 pastillas, el mayor cargamento de fármacos de la historia de España hasta ese momento.
El rey de Karachi, como se le conoce por traficar con anabolizantes y pastillas que compraba en Pakistán y vendía en Reino Unido, revela a EL ESPAÑOL de Alicante cómo participó en una fuga de película durante su encierro en Fontcalent de 1999 a 2002.
Chet rápidamente se hizo amigo de Fenek Karim, un argelino que estaba condenado a nueve años tras ser capturado con cinco kilos de cocaína. Al hablar este inglés, pronto congeniaron. "Hablaba cinco idiomas, era muy inteligente y la gente lo conocía como el Fantasma porque no sabían su rostro".
Karim trabajaba en el economato de la cárcel y tenía privilegios, como tener 30 minutos extra de tiempo antes de volver a las celdas. "A nosotros nos encerraban a las 17 h, pero él podía volver para contar el dinero de la caja y aprovechó esa ventaja para escapar", señala.
Su plan parece sacado de una película americana en vez de haberse ideado en una celda de un centro penitenciario de Alicante, pero funcionó al estilo de Hollywood.
Chet cuenta que Karim se dio cuenta de que Fontcalent era una prisión vieja y deteriorada, con paredes debilitadas por la acción del tiempo "que se podían raspar con las propias manos".
El extrafincante explica que el muro del economato daba al exterior del edificio, donde había dos guardias y, unos metros más adelante, una valla que daba a la libertad.

Chet Sandhu antes de entrar en prisión.
"En el economato tenía un frigorífico y, con ayuda de una cuchara y un disco de gimnasio de 2,5 kilos, fue rompiendo el muro un poco cada día en la media hora que tenía extra", señala Chet.
El británico le ayudaba "poniendo música a todo volumen en la radio mientras él rompía el muro para que no se escucharan los golpes", debido a que encima del economato se encontraba la celda de Chet en el Módulo 4 de máxima seguridad, donde estaba recluido junto a asesinos, secuestradores, violadores y hasta etarras.
Con el agujero hecho, Karim le propuso a Chet huir con él, pero declinó la oferta "porque él era muy pequeño y yo más grande, y los guardias que nos iban a disparar seguro que me daban a mí", resalta.
Aparte de los agujeros que le podrían haber hecho los agentes, también pensó en que no le merecía la pena porque, una vez que saltara la valla, nunca más podría ir a Reino Unido con sus padres.
"Había otro chico llamado Arthur que también trabajaba en el economato y no quería huir porque no quería dejar a su hermano solo, que también estaba preso", comenta.
La fuga 5w1z
Una vez llegado el día de la fuga, los tres planearon una pelea ficticia entre Arthur y Chet para atraer a los guardias y que Karim tuviera vía libre. "Hicimos como que discutimos por los canales de la televisión, nos lanzamos una silla y nos tiramos al suelo hasta que escuchamos dos disparos".

La cárcel de Fontcalent.
Las balas anunciaron que Karim había salido por el muro y había conseguido saltar la valla y correr por el campo para huir de la cárcel alicantina. A Chet y a su compañero les interrogaron, pero fingieron no saber lo que había pasado.
Chet afirma que "la gente no se lo cree cuando se lo cuento, pero es verdad". Aunque suene increíble, el suceso fue real, como recogió Efe en su momento a través de fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y de la Subdelegación del Gobierno. Las noticias de la época informaban de que un preso había conseguido burlar la seguridad sobre las 20:30 horas del 10 de enero del año 2000.
Chet volvió a saber de él un tiempo después por una postal en la que alguien le contaba que estaba bien y que estaba en Portugal, firmada por el Fantasma, el apodo de Karim.
Finalmente, la historia perdió su espectacularidad cuando el argelino fue detenido seis meses después al entrar a España para cobrar 35.000 euros que le debían, volviendo a encontrarse con Chet entre rejas. Desde que salió de prisión en 2002, Chet no ha vuelto a saber de él y ha recopilado sus vivencias en dos libros.