La empresaria celebra la 14 edición del evento este 2025.

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Sandra García-Sanjuán, fundadora del mayor festival del mundo: "Comparan Starlite con la Champions" 1m476a

De una cantera abandonada a organizar un evento que se prevé que tenga 350 millones de euros de impacto y que comienza el 13 de junio. 6x6s15

Más información: El futuro Starlite Music World, el ‘parque Disney’ de la música que toma forma en la Costa del Sol 16424c

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No debió de ser nada fácil tener una visión tan clara. En un espacio a las afueras de Marbella, entre coches abandonados y colchones viejos, Sandra García-Sanjuán y su marido vieron o escucharon, por así decirlo, un sonido futuro, ulterior.

Por Starlite pasan cada año voces inconfundibles y este verano 2025, en su 14ª edición, se darán cita las de Marc Anthony, Raphael, Ana Belén, Tom Jones, Nathy Peluso o Amaral, entre otros.

Siempre rodeada de celebridades, la empresaria y fundadora del grupo está ahora inmersa en una vorágine que durará casi un trimestre completo, hasta el 31 de agosto, con un impacto enorme en la zona. Además de Madrid, nos adelanta que el festival va camino de internacionalizarse en próximas ediciones.

Sandra García-Sanjuán, en Marbella.

Sandra García-Sanjuán, en Marbella. Cedida

¿Cómo se encuentra estos días? Llega de nuevo Starlite…

A tope. Muy contenta con todo lo que estamos logrando, con la comunidad que se está creando alrededor y la gente que viene de todas partes del mundo para ser parte del proyecto. Es algo que no se puede parar, va solo, así que estamos felices.

¿Es trampa si le pregunto a qué concierto no va a faltar?

No me pierdo casi ninguno. Solo si no tengo más remedio por alguna razón muy importante.

14 años, 350.000 personas cada edición, eso hace una suma de muchos millones de personas…

Acabo de llegar de un congreso mundial de empresarios, y cuando hablo de Starlite la gente siempre me comenta que ha estado o que lo ha hecho alguien de su familia. Es cada vez más conocido. Me enorgullece mucho y me alegra.

Hay un poso que se va creando año tras año. El auditorio es solo un tiempo del concierto, que luego se extiende a diez horas de apertura, animación y espectáculos, la experiencia de cinco restaurantes, el afterparty y los DJ, diez horas de música en vivo… Pasan un montón de cosas.

Dura desde el día 13 de junio hasta el 31 de agosto. ¡Un trimestre!

Sí, se dinamiza mucho una zona, no es algo puntual. Por eso nuestro impacto económico es tan alto.

Se trata del mayor festival de España y uno de los más grandes del mundo. Según un informe de Price Waterhouse, puede tratarse también del más largo…

Es que no existen festivales que duren casi un trimestre. Se estiman 315 millones de euros de impacto y nos comparan con FITUR, la Feria de Sevilla o la Champions. Pero en esos casos se trata de muchos menos días.

No hay eventos de este tipo que se prolonguen tanto en el tiempo. Se trata casi de construir una ciudad y deconstruirla de forma inteligente cada año, no es un cartón-piedra de dos días, se trata de un proyecto enorme.

La sede principal sigue siendo Marbella…

Sí, hasta ahora tenemos Madrid y el año próximo añadiremos un sitio internacional muy potente.

¿Cómo es el público de Starlite?

Hay más o menos un 40% internacional y un 90% que no reside cerca. Se activa mucho la zona y se crean puestos de trabajo.

Nosotros somos más de 1.000 personas directamente, pero indirectamente generamos impacto en más de 6.400. Imagínate, dinamizamos la economía con esos 350.000 visitantes.

"El techo de un año es el suelo del siguiente": esta es una frase suya sobre este festival, en una entrevista que hicimos el año pasado…

Siempre la digo, es cierto. Cada año quieres sorprender, ilusionar y que la gente sienta ese efecto wow. En mi opinión, o apuntas alto o es muy difícil llegar a nada. Para alcanzar las estrellas hay que apuntar a la luna. De otro modo no vas a superar el techo que tú mismo te has puesto.

Yo pienso, además, que el trabajo necesario para hacer algo pequeño o enorme en realidad es parecido. Por eso somos muy de pensar a lo grande. Cada escalón nuevo te enseña que queda mucho por ver.

La fundadora de Starlite siempre piensa a lo grande.

La fundadora de Starlite siempre piensa a lo grande. Cedida

¿Cómo consiguen sorprender cada año?

Nos dicen que somos la Fórmula 1 de la música... Quizás lo somos de la creatividad, de la magia y de la manera de involucrar a muchos equipos en sus aportaciones, con ideas muy buenas. Al final también tenemos un poso enorme que nos han dado 14 ediciones.

Y un cartel muy variado esta edición…

Nuestro aforo es de 3.500 personas y por eso con estrellas como Marc Anthony son necesarias varias fechas de actuación, porque la primera se llena en nada.

Tenemos artistas de todo tipo, de Miguel Bosé a Will Smith. Acabo de mandar el cartel a una celebridad mundial que es muy amigo, y me ha respondido que le ha sorprendido la oferta, porque este año hay muchas primeras espadas, algunos con dos días.

¿Qué tiene la música en directo?

Lo primero, la energía, la gente, la conexión del artista con el público... La música siempre es transformadora, nos ilusiona y motiva. Con una pantalla delante tienes una barrera, y no la puedes atravesar.

Bailando frente a una cueva, eso tiene algo de ancestral, ¿no cree?

En la cantera se crea una conexión brutal con cada artista y eso te transporta a otro nivel, con otra vibración. A veces tu propia memoria musical creada en tu infancia y juventud te traslada a momentos en los que no tenías preocupaciones.

De algún modo, te lleva a otra versión de ti, te ayuda a parar el ruido en la cabeza, te da alas para inspirarte y soñar. Muchas veces veo a la gente que se va de nuestros conciertos con un subidón, como si salieran de un túnel de lavado.

El miedo es la mayor pandemia de este siglo y la música supone un antídoto, sobre todo en directo. A través de ella te limpias, paras el ruido mental. Yo misma he tomado últimamente la práctica de meditar todos los días 20 minutos, con melodía y guía de fondo.

Al final todos tenemos una voz interna que nos está hablando y la música nos ayuda a salir de ese bucle. Muchas veces la gente que nos visita me da las gracias a mí por hacerles felices. ¡Repartir felicidad! Un privilegio dedicarnos a eso que poca gente tiene, ¿no crees?