
La vivienda número 12 de la calle Miguel de Unamuno de Mollet del Vallès (Barcelona) que ha sido quemada por un okupa. Google Maps 4i6a3z
Un okupa envía a un "machaca" para desalojar a otro: queman un piso en Barcelona para que se instalara su exnovia 3d4z7
Los Mossos d'Esquadra buscan a un hombre, de etnia gitana, que se dedica a okupar pisos que alquila a personas vulnerables y que puede estar tras el fuego provocado en un piso de Mollet del Vallès para desalojar a un inquilino okupa. 5e1d4z
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En el universo okupa se aplica la ‘ley del más fuerte’. Los Mossos d’Esquadra sospechan que detrás del incendio de un piso en la calle Miguel de Unamuno de Mollet del Vallès (Barcelona) podría haber un ajuste de cuentas entre okupas con un machaca de por medio.
El escenario de este rocambolesco caso de okupación al cuadrado ha sido una vivienda situada en el número 12 de la citada calle y que cuenta con patio delantero. Este inmueble traía de cabeza a los vecinos por la convivencia que debían soportar con sus inquilinos okupas.
“En Mollet del Vallès hay un hombre, de etnia gitana, que se dedica a okupar pisos, para después alquilarlos a personas vulnerables”, tal y como detalla una fuente de los Mossos d'Esquadra a EL ESPAÑOL.
El perfil de los inquilinos que busca este peculiar ‘gestor inmobiliario’ es el de ciudadanos en riesgo de exclusión social, pero con algún ingreso, ya sea una ayuda de los servicios sociales, por trapicheos varios o por un trabajo con un contrato basura. De forma que les obliga a pagar un alquiler mensual. “Cuando no le pagan, los amenaza y los echa del piso”.
Los Mossos d’Esquadra sospechan que en el número 12 de la calle Miguel de Unamuno había dos inquilinos, es decir, dos okupas que habían sido introducidos en la citada vivienda por este hombre de etnia gitana que ejerce un doble rol de okupa y de casero.
“En este piso vivían dos okupas y a uno de ellos, este hombre de etnia gitana le dijo que debía marcharse para meter a su exnovia, también de etnia gitana”. Pero el okupa amenazado por esta 'orden de desahucio' verbal, no solo “no quería marcharse” del inmueble sino que además “denunció por amenazas” a su casero-okupa o gestor inmobiliario-okupa o como se quiera denominar esta nueva variante en el submundo de la okupación.
De modo que se inició un conflicto entre okupas que se ha saldado este miércoles con un incendio intencionado de la vivienda okupada.
El fuego casi afecta a otros pisos de este bloque de tres plantas, incluso a varios coches que estaban aparcados en la calle, a causa de la fuerte explosión que se registró en los bajos y de la virulencia de las llamas que fueron sofocadas a contrarreloj por los bomberos.

Efectivos de los bomberos de Barcelona.
“Se sospecha que este varón, de etnia gitana, ha enviado a algún machaca y han roto una ventana, han entrado y han quemado el piso con gas o con combustible”, según prosigue detallando una fuente de los Mossos d’Esquadra a este diario. “Había cuatro focos de fuego que estaban bien diferenciados, por lo que ha sido totalmente intencionado”.
De hecho, el 112 recibió varias llamadas a las 19.30 horas de este miércoles, alertando de una explosión, y algunos vecinos afirman haber visto a un hombre que huía a toda velocidad tras el incendio, a bordo de un Seat León.
La Unidad de Investigación de la Comisaría de Granollers asume la tarea de localizar a este okupa que se dedica a alquilar pisos, así como a sus dos inquilinos okupas, para esclarecer el rol que ha jugado cada uno de ellos en este incendio provocado y que por suerte no causó víctimas.
Este incidente vuelve a situar en el punto de mira la problemática okupa que se vive en Barcelona, como la provincia más afectada del país por este fenómeno, tal y como recogen los datos del Ministerio del Interior. Durante 2024, se registraron 16.426 casos de usurpación y allanamiento a lo largo de todo el país, de los cuales, 5.077 se produjeron en la provincia barcelonesa.
Además, por comunidades autónomas, la estadística del Ministerio del Interior revela que Cataluña cerró 2024 a la cabeza en denuncias de usurpación y allanamiento, con 7.009 casos. Tal dato supera a la suma de todos los pisos okupas de Andalucía (2.207), la Comunidad Valenciana (1.767) y Madrid (1.451).