
Un fotograma de la película 'Red Stars Upon the Fields', una de las películas representadas. 1q1y4r
Regresa el German Film Fest Madrid: "No queremos representar el cine alemán, queremos cuestionarlo" 5t3c55
El festival, que empieza este miércoles, propone una mirada diversa, incómoda y generacional sobre la industria audiovisual germana. 16y6x
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Hay películas que no vienen a enseñar nada, pero lo dejan todo sobre la mesa. De eso va, un año más, el German Film Fest Madrid, que celebra su XXVII edición desde este miércoles 11 al domingo 15 de junio en los Cines Embajadores de Madrid.
Organizado por German Films junto al Goethe-Institut, Amigos del Goethe y con el apoyo de la Embajada de Alemania y Filmin, el festival propone siete largometrajes recientes que, "más que representar al cine alemán, lo cuestionan", explica la encargada del festival.
Simone Baumann, directora de German Films y responsable del festival, lo tiene claro: "Hoy nos interesa más la generación joven de cineastas que los nombres consagrados".
La programación de esta edición confirma esa declaración. No hay grandes firmas, pero sí primeras veces, primeros riesgos, primeras preguntas sin responder.
Ahí está Red Stars Upon the Fields, de Laura Laabs, como película inaugural. Es su ópera prima. Un collage de pasado y presente, de historia nacional y experiencia íntima, que parte del archivo pero desemboca en lo sensorial.
Fue elegida por el jurado español (Rosana G. Alonso, Rocío Saiz, Javier Zurro y Emilio M. Luna) como carta de presentación de esta edición. Baumann lo explica sin rodeos: "Queríamos una película que no se pareciera a nada".

Fotograma de 'Edge of the Night', una de las películas presentadas.
Hay en su película una belleza que no busca complacer, sino simplemente estar. "Alemania no es el mismo país que hace veinte años", dice Baumann. "Y eso se nota en las películas que hacemos".
Desde otro ángulo, Edge of Night, de Türker Süer, recorta el presente con precisión quirúrgica. Dos hermanos militares atrapados en una noche interminable. Un thriller bélico, sí, pero con un ojo puesto en las tensiones políticas turcas y el otro en los lazos que se desgarran dentro de una familia.
Casi en tiempo real, la película avanza con el pulso firme de quien no necesita alzar la voz para incomodar.
Para quienes buscan cine que observe, The Night is Dark and Colder than the Day, de Christina Friedrich, es un hallazgo. Voces infantiles narran sus miedos más reales, más absurdos, más inconfesables.

Fotograma de la película 'Rock N´ Roll Ringo', una de las películas presentadas.
Friedrich ya había estado en el festival con Zone, pero ahora su mirada se afina: no pretende representar la infancia, sino dejar que se diga sola, con sus pausas, sus terrores, su lenguaje inventado.
Dominik Galizia, por su parte, entrega Rock 'n' Roll Ringo, una de las propuestas más accesibles del programa. Un hombre que trabaja en andamios encuentra en el circo una segunda vida, una forma de volver a conectar con su hija.
Es cine narrativo, sí, pero con conciencia de clase, con humor melancólico, con espacio para respirar. Porque no todo lo que se aleja de lo experimental es menor.
Públicos nuevos 4p656c
El festival, insiste Baumann, quiere llegar más allá de los públicos habituales: "El objetivo no es solo el cinéfilo. Queremos atraer también a espectadores que quizá nunca han visto una película alemana".
Para ello, hay sesiones escolares y también un tono más abierto en películas como Tomorrow I’ll be Brave, de Bernd Sahling. Un retrato de adolescencia sin moraleja, sin nostalgia, sin dramatismo impostado. Solo la confusión de un niño de doce años que se enamora, que tiene miedo, que no sabe qué pasará cuando acabe el curso.
En paralelo, el festival presenta un "Focus Goethe" dedicado a Nicolette Krebitz, una de las voces más inclasificables del cine alemán. Su obra estará acompañada por la proyección de Adiós Buenos Aires, de German Kral, como parte de un diálogo entre generaciones que no se ordenan jerárquicamente: cada cineasta habla desde donde puede.

Fotograma de la película 'Teaches of Peaches', presentada en el festival.
Y entre todas, Teaches of Peaches, documental sobre la artista canadiense-alemana Peaches, irrumpe como una declaración de principios. Una celebración de lo queer, lo performativo, lo incómodo. Dirigido por Philipp Fussenegger y Judy Landkammer, el filme recoge su energía sin domesticarla.
"No es fácil decir hoy qué es exactamente una película alemana", dice Baumann. "Muchas se ruedan en otros idiomas, con estructuras mixtas. Pero eso es lo que las hace interesantes".
El German Film Fest Madrid, en definitiva, no viene a ofrecer respuestas ni a consolidar cánones. Llega para mostrar lo que hay: cineastas nuevos, formas inestables, relatos que se deshacen en cuanto se intentan fijar.
También llega con sus límites —"el mayor reto es llegar al público, porque no tenemos mucho presupuesto para promoción", ite Baumann—, pero con una voluntad firme: que el cine alemán no sea un nombre abstracto, sino una serie de gestos concretos, de películas concretas, de voces que no se parecen entre sí.