
Zonas de baño del río Bellós. Guía Repsol 726o4x
La piscina natural de un pueblo aragonés con aguas cristalinas: un lugar paradisíaco perfecto para este verano 4n6i1x
Estas pozas del Pirineo oscense son un auténtico remanso de paz para refrescarse durante los meses más calurosos del año, sus aguas cristalinas recuerdan al Caribe. 5q5k1s
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En la Guía Repsol, no solo encontramos restaurantes dignos de una parada, sino también destinos perdidos maravillosos. Lo último que hemos conocido son estas pozas de Aragón, de aguas cristalinas y un entorno paradisíaco.
Puede que muchos de nuestros lectores ya las conocieran, pero para nosotros esta piscina natural ha sido un bonito descubrimiento que nos viene genial para organizar una escapada en verano. Se trata de las pozas de Puyarruego, a orillas del río Bellós.
Este rincón del Pirineo oscense, en pleno Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, al abrigo del imponente Cañón de Añisclo, es un destino ideal para refrescarse en verano, sin renunciar a las sensaciones de naturaleza salvaje.
Un enclave privilegiado t6hk
Puyarruego, pedanía de Puértolas en Huesca, se alza entre montañas y desfiladeros. Allí el río Bellós, que nace en el corazón del Parque a 2.500 m de altitud, crea en su paso por el valle una sucesión de pozas de agua cristalina y una playa fluvial natural de unos 600 m de longitud
El entorno es tan bello como accesible: se puede aparcar junto al área de baño, ideal para familias y para esa escapada de fin de semana.

Río Bellós, zona de baño de Puyarruego. Guía Repsol
Este tramo del río regala medio kilómetro de embalses naturales, con distintas profundidades, corrientes suaves, rocas planas y pequeñas cascadas. Las aguas, frías como postre en alta montaña, se aclimatan bajo el sol del valle abierto. Además, a solo 1,5 km río arriba, está la Fuente de los Baños, un manantial con supuestas propiedades curativas.
El Cañón de Añisclo, bautizado por algunos como el “Gran Cañón de Europa”, es uno de los valles más recónditos y vírgenes, esculpido durante millones de años por el río Bellós.
Sus desfiladeros abruptos contrastan con la amplitud del valle de Puyarruego, dotado de unas vistas espectaculares: Monte Perdido, Tres Marías, Castillo Mayor y Sestrales.
Este enclave ofrece una experiencia doble, el descanso en sus piscinas naturales de aguas cristalinas por un lado, y la oportunidad de disfrutar de la naturaleza pirenaica en estado puro por otro.
Consejos útiles 1e5c2d
Esta piscina natural atrae a cualquiera, y si decidimos coger la toalla para darnos un chapuzón en la zona, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
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Lleva calzado adecuado: las pozas y piedras mojadas pueden resbalar.
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Acude temprano o entre semana para evitar las aglomeraciones típicas en verano.
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Disfruta de la sombra de los árboles, pero aprovecha también el sol sobre las rocas para templar el cuerpo (pero no te olvides de la crema protectora).
- Lleva agua para poder estar hidratado durante todo el día.
Cómo llegar 2m234t
Para llegar a Puyarruego, desde Huesca se toma la A-23 en dirección norte hasta conectar con la N-260, una de las rutas más pintorescas del Pirineo. El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos. Si vienes desde Zaragoza, el viaje es algo más largo, unas 2 horas y 15 minutos, por la misma combinación de carreteras.
El final al pueblo es sencillo y está bien señalizado. Una vez allí, puedes dejar el coche cerca del puente que cruza el río Bellós: a pocos pasos te esperan las pozas de agua cristalina, perfectas para disfrutar de un día de baño rodeado de naturaleza.